Cualquiera que me conozca de más de un par de días, sabe que no puedo salir a la calle sin un collar en el cuello. Así que eso supone tener un gran set de collares, y seguir comprando.
Pero muchas veces no es fácil, ya que no siempre encuentro lo que quiero, y tengo que hacerlos yo misma (ya veis que escusa tan buena para hacer manualidades).
Esta vez la culpa la tuvo los diversos abalorios que encontré de vacaciones, y que no pude resistirme a comprar.
Deseando encontrar la combinación perfecta y poder usarlos, me puse manos a la obra.
Seleccioné todos los abalorios, para crear 3 collares, del mismo estilo(el que siempre llevo), y a la vez distintos.
-Collar en motivos de Alicia en el país de las maravillas. Parece que no he hecho más que comprar cosas con motivos de este libro tan propio de mi, pero os lo prometo que me perseguían (Japón estaba lleno). Así que de este kit que compré escogí los que más me gustaban, y añadí otros adornos, la cadena a juego, y listo.
-Collar en tonos plata y dorado. Encontré en mi viaje este abalorio circular con cascabel, en uno de los templos budistas que visitamos. No pude dejarlo allí. Solo unos adornos más en los mismos tonos, y una cadena a juego.
-Collar más étnico. No puedo dejar de aprovechar la oportunidad de usar mi querida moneda japonesa de 5 yenes (traída del viaje, con un valor de 5 céntimos de €, que representa la suerte).
En tonos granates un con un cordel trenzado, el resultado es este:
Me encanta hacer mis propios collares. Ya véis que son todos del mismo estilo, pero es que me encantan.
¡¡Se me olvidaba!!
También aproveché para darle un toque nuevo y más cuqui a mi caja de abalorios.
¿La reconocéis? Es una caja vacía de bombones Ferrero, pero le he puesto una cinta de washi tape, a juego con una etiqueta en la tapa en los mismos tonos, identificando el contenido.
Con cualquier cosa, y para cualquier objetivo.
¿Os gustan?
Pronto me los veréis puestos.
Pronto me los veréis puestos.
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